Por eso nuestro servicio de limpieza de persianas a domicilio es muy recomendable ¿Porque?
De las tareas engorrosas de la limpieza de la casa, la limpieza de persianas es sin duda la que se lleva la palma, especialmente cuando nos toca limpiar la cara exterior, que encima es la que más se ensucia. Hay quien se apresura a bajar las persianas cuando llueve no para que no se manchen los cristales, sino para que se limpien las persianas. ,
La limpieza interior de las persianas es bastante sencilla. Primero quitamos el polvo con un trapo seco o un aspirador, después podemos limpiarla más a fondo con un producto acorde al material y por último debemos secarla antes de volver a enrollara.
En primer lugar hacemos un cepillado de toda la zona a limpiar tanto por dentro como por fuera. Desmontamos el tambor y lo aspiramos por dentro dejando toda la zona libre de polvo para después limpiar lama por lama con un trapo húmedo.
Con una vaporeta limpiamos todos los pequeños rincones como las uniones entre las lamas, los carriles de aluminio donde corren las hojas de la ventana, tanto los horizontales como los verticales, en lo que pueda haber algún resto de suciedad y finalmente limpiamos los cristales con aragán.
Quedan impecables..
Aunque parezca complicado, limpiar las persianas no lleva mucho tiempo y es una tarea del hogar que se realiza tres o cuatro veces al año. Al ser objetos que no limpiamos con frecuencia es fácil olvidar que necesitan un mantenimiento periódico o, al menos, retirar todo el polvo que acumulan con el paso del tiempo.
Otro de los motivos por los que no se limpian las persianas es su dificultad para limpiar la suciedad de las ranuras y la mugre que se acumula en la cara exterior de la persiana. Pero, ¡no te preocupes! Hemos encontrado un truco perfecto para dejar las persianas como nuevas.
Para limpiar persianas de PVC, lo mejor es preparar en un bol una disolución de agua caliente más jabón de platos. Te aconsejamos que utilices un paño que no suelte pelusas o una esponja suave que no raye la hoja de la persiana.
Si ves que están muy sucias, recurre al amoníaco líquido, el mejor desengrasante del mercado. Lo único que tienes que hacer es diluir un tapón de amoníaco en un litro de agua y quitar con esta disolución las manchas más difíciles. Recuerda utilizar guantes durante la limpieza.
Pero no te preocupes… nosotros las limpiamos por ti
La protección contra el frío es fácil – con el aislamiento de la caja de persiana Schellenberg.
Las 2 placas aislantes tienen un grosor de 3 mm y, por lo tanto, son ideales para situaciones de instalación estrecha.
Simplemente mide tu caja de persiana para encontrar la placa de aislamiento adecuada. Consejo: Obtendrás un tamaño más grande si combinas 2 placas aislantes. Se pueden recortar con un cuchillo.
Fácil de montar.
Dejar bajar la persiana y medir el interior. Corta el aislamiento con un cúter a la medida adecuada. Coloca la placa de nuevo y corta además un agujero para la guía de correas (si hay una correa). Fija el aislamiento de la persiana con espuma de montaje. De esta manera se cierran los espacios abiertos y aseguran el aislamiento contra el deslizamiento. Consejo: Monta la cubierta después de que se seque para evitar que se pegue.